El destino de Fausto es el último libro escrito por Oliver Jeffers, que siempre nos sorprende con su sensibilidad y mirada del mundo que lo rodea. Narra la historia de un hombre con gran ego, que se siente tan importante y superior como para creer que todo en este mundo le pertenece. Y así va este hombre, reclamando a su paso todo lo que según él le pertenecía. Una flor, un árbol, un lago y una montaña, quién se negó a su dominio hasta que Fausto hizo un berrinche tan, paro Tan, TAN GRANDE, que terminó dándole la razón y se “rindió a sus pies”. Finalmente, quiso ir a reclamar SU mar: "Mar, eres mío", le dijo. A lo cual este contestó: "Pero tu ni siquiera me amas, ni siquiera me comprendes". Fausto contestó con una gran mentira y le dijo que patearía la tierra y levantaría su puño hasta que entendiera que le pertenecía, el mar, con su voz que parecía venir de todas partes, asintió y le pidió que pateara. Fausto bajo de su bote para patear el mar. Fausto no sabía nad...
Él lee las mareas, los pájaros, la naturaleza. No hace otra cosa más que leer las cada una de las señales que lo rodean. Habla poco, solo lo necesario. Ella lo convida cada día con mate y pan. Con mate, pan y palabras. Palabras que llegan como ríos y se convierten en semillas. Semillas que pone en manos de él, y él en la tierra. Las palabras que ella le arrima pican, taladran, muerden, sorprenden en medio de la noche. Esa semilla sobre la tierra se convierte en siembra. Las palabras que lo alcanzan durante la noche van habitando su río al llegar el díaLas palabras brotan en la noche de sus sueños para después navegar en la curiosidad de su río. Ahora él quiere saber. Yo ya les dije antes lo que siento al leer (en todos sus aspectos) a María Wernicke. Es realmente su poética es de una sensibilidad y potencia que me conmueve, me emociona y me transforma. Ya nada puede ser i...